¿Los corredores somos adictos a la tecnología?
Los corredores de hoy estamos rodeados por un gran número de herramientas de entrenamiento y tecnologías de avanzada que no se estaban al alcance hace algunos años para los atletas. Tenemos relojes que nos dicen nuestro ritmo exacto, el paso preciso, distancias y hasta las calorías quemadas. Podemos sincronizarnos con los monitores de frecuencia cardíaca que suenan cuando estamos en la zona de entrenamiento correcta, cuando volvemos a casa, se vierten los datos recogidos, casi como un científico que trabaja para la NASA.
Nuestras zapatillas de entrenamiento son más rápidas, y hoy en día existen herramientas en redes sociales que podemos dar a conocer al mundo lo que somos y cuanto entrenamos. Otros dispositivos pueden rastrear nuestros gastos de energía durante todo el día para que podamos planificar nuestra dieta en consecuencia. Pero, ¿realmente necesitamos todos los tiempos parciales, frecuencia cardíaca, calorías quemadas, etc, o podría ser todo exceso de información? ¿Hay algún punto de saturación?
Muchas veces dejamos de escuchar a nuestro cuerpo, y simplemente nos valemos por los números que arrojan nuestros relojes o telefónos.
Los corredores somos competitivos por naturaleza y conseguir nuestras metas valiéndonos de cifras a veces puede ser engañoso. El seguimiento del ritmo de cada uno y cada entrenamiento puede llevar al entrenamiento en exceso e incluso obstaculizar nuestra recuperación.
Sin embargo, eso no quiere decir que algunos atletas no prosperen fuera de esta mayor base de conocimientos. Yo, por ejemplo soy un fanático de mi reloj con GPS porque es una herramienta fantástica para medir el esfuerzo y el progreso, yo lo uso para marcar distancias y el ritmo. No hay duda de que la capacidad de ver las mejoras en el tiempo es motivadora, y que mejor que tener una herramienta que nos indique cual es el camino correcto.
¿Qué tan útiles son productos como el nuevo Nike + FuelBand o similares dispositivos de localización para corredores y atletas competitivos?
Tecnologías como la FuelBand podrían ser insuperables en la lucha de Estados Unidos contra la obesidad y funcionan bien como un catalizador para el cambio y el aumento de la responsabilidad personal. Sin embargo, para las personas que ya están muy activos, esa pieza del rompecabezas ya está en su lugar, razón por la cual no es necesaria.
Los corredores también operan de manera más eficiente que la población general, los músculos y los organismos responden de manera diferente debido a nuestro alto nivel de entrenamiento y acondicionamiento. Esto significa que la quema de calorías de las actividades será diferente en función de la persona y su nivel de condición física.
Estos productos dan una buena estimación relativa, pero incluso los más exactos suelen ser en cualquier lugar entre 300 a 500 calorías fuera de las calorías quemadas reales y que pueden estar en un déficit o en exceso.
Los atletas también tienden a ser mejores en sintonía con sus cuerpos, ya que tienen que estar en orden para llevar a cabo su nivel óptimo. Escuchar las señales que el cuerpo envía es una parte crucial de nuestro deporte, y se convierte en una cuestión clave al momento de elegir qué herramientas ayudan a amplifican estos mensajes y así evitar las que puedan opacar o ignorarlas.
Al igual que los entrenamientos, son altamente específicas para el individuo determinar qué gadgets son útiles y la cantidad de información que puede manejar. Algunos pueden manejar un montón y lo hacen muy bien con un montón de” datos “, en tanto a otros sólo le sirven las necesidades básicas.
Muchos atletas saben intuitivamente, o encuentran a través de ensayo y error en el camino, qué herramientas funcionan para ellos y cuáles no, porque a veces tienen demasiados números.
¿Cómo se puede encontrar ese equilibrio? En última instancia se trata de conocerse a sí mismo y reconocer que si tendes a ser un poco obsesivo con el juego de los números, no te tientes, a veces menos es más. Eso no quiere decir que tengas que tirar tu unidad de GPS, monitores de ritmo cardíaco, etc. por completo, pero por lo menos poné límites y aprendé a discrimar información útil.
Es esencial, que al menos una vez a la semana entrenes de acuerdo a tus sensaciones. Por ejemplo, el fartlek se mide por el esfuerzo percibido en comparación con el ritmo o la distancia recorrida. Creo que es una buena excusa dejar el reloj en casa de vez en cuando y realmente salir y disfrutar de un entrenamiento o carrera.
Conocer tu cuerpo, escuchar molestias, descansar de acuerdo a tu cansancio y esfuerzo son factores de suma impotancia; llevar la cuenta de todas y cada una de tus carreras y entrenos, y niveles de recuperación…. tal vez no tanto.